El sector agrícola se encuentra en más peligro que nunca debido a las condiciones climáticas que sufre el Perú.
Lluvias y heladas fuera de temporada, temperaturas extremadamente elevadas en el océano pacífico, sequías que son ya casi permanentes, incendios que arrasan miles de hectáreas… Y así podríamos seguir mencionando todas las catástrofes que están sucediendo.
En los últimos años se viene viviendo una situación extraordinaria en lo que se refiere al clima, siendo este impredecible. Los efectos del cambio climático son cada vez más palpables y están provocando grandes daños en nuestro planeta, y afectando en su mayoría a las poblaciones en situación de vulnerabilidad. El ser humano se nutre de la naturaleza, y cuando ésta se encuentra en peligro y no puede ofrecernos lo que necesitamos somos nosotros los que corremos un gran riesgo.
Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva (BCR), dio a conocer en la comisión de Presupuesto del Congreso de la República el panorama tan complicado al que se enfrenta el sector agrícola. Según Velarde, el escenario actual sería el peor de los últimos 26 años. El sector lleva seis de los siete meses del año en terreno negativo y las previsiones para lo que queda de año no son positivas. Velarde constata que la caída del sector agropecuario en el primer semestre (-3,4%) es la más fuerte desde el año 1997.
Gran parte de este suceso se evidencia más con el fenómeno de El Niño, que provoca altas temperaturas en el océano y afecta a los cultivos costeros, además, de provocar grandes sequías en el sur andino del país.
Parcelas de hortalizas como parte de la agricultura familiar, instaladas en Paruro, como parte del proyecto implementado por el CEDEP Ayllu.
Todo esto contribuye a que el rendimiento de los cultivos sea menor, siendo complicado encontrar áreas idóneas para la siembra y teniendo que combatir condiciones climáticas desfavorables para el buen desarrollo de la cosecha.
Según Velarde, este hecho “está golpeando incluso cultivos de agro exportación: arándanos, mangos, uvas, espárragos”. El espárrago, producto estrella de la agro exportación, también sufrió una caída en su producción de -22,9%. Además, solo en julio se registró la caída de la producción de productos como el arroz cáscara (-21,97%), que disminuyó en 76 mil toneladas en comparación al 2022.
Los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística e Información (INEI) muestran la gran bajada que ha habido en la producción de otros alimentos básicos como la papa, el maíz o la quinua. Ya en junio, el INEI reportaba una baja en estos alimentos y otros productos de necesidad, entre estos la papa (-35,15%), quinua (-81,80%), aceituna (-42,33%), alfalfa (-21,14%), maíz amarillo duro (-22,41%), maíz amiláceo (-36,49%), plátano (-10,69%), cacao (-9,68%), haba grano seco (-51,26%), cebolla (-26,66%) y olluco (-30,54%).
Esta situación supone un gran riesgo para la población peruana, ya que existe un gran peligro de desabastecimiento de alimentos que puede tener repercusión en la salud de los ciudadanos. Por otro lado, tiene también consecuencias graves en la economía del país. Se prevé que, debido a la disminución en la producción agrícola, haya menos empleo en el sector y los precios de los alimentos se alcen significativamente. Esto último ya se ha estado viendo con la crisis del limón, producto que se está convirtiendo en un bien de lujo debido al aumento constante de su precio.
Mientras Dina Boluarte responsabiliza al anterior gobierno, el exministro de agricultura, Juan Manuel Benites, afirma que actualmente se está llevando a cabo una mala gestión de los recursos. Benites constata que el problema es la falta de gestión de los recursos financieros y su mala inversión para encarar a El Niño. En este sentido, sugiere implementar una limpieza de ríos y canales de riego, y buscar espacios adecuados para generar reservas de agua que puedan ser de ayuda en para la sequía.
Gabriel Amaro, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), advierte que la presión ya se siente entre las empresas agrícolas. “Se han perdido miles de hectáreas. La productividad ha bajado de manera dramática en algunos cultivos en el norte y está afectando a los cultivos del mercado local de exportación. Se está observando el incremento de los costos, los sobrecostos y frente a ello la regulación también es asfixiante”, dijo.
Este tipo de medidas son, entonces, necesarias para aplacar los efectos del cambio climático. Aun siendo casi imposible predecir el éxito o fracaso de la temporada, se debe realizar una planificación que tenga en cuenta los cambios que pueden surgir. El gobierno de be generar condiciones para que el sector agrícola esté preparado para las situaciones difíciles que se avizoran producto del cambio climático, ya que su labor es esencial para el desarrollo y el bienestar del país.
FUENTES:
Falta liderazgo en el Gobierno para encarar a El Niño Global | ECONOMIA | CORREO (diariocorreo.pe)
